lunes, 5 de diciembre de 2011

El VIH en Zapotlán el Grande. Última parte

Testimonio 

Miguel, a quien hemos cambiado de nombre para conservar su identidad, es un joven de 30 años originario de Ciudad Guzmán. Hace apenas un año, le diagnosticaron VIH. Sin embargo la actitud de este profesionista no es la de alguien derrotado. Él ve a esta enfermedad como cualquier otra, e incluso señala que con una mejor calidad de vida en comparación con muchas otras. 

Cuando Miguel comenzó con su tratamiento, contó con la orientación de uno de sus amigos. De esta manera se dirigió directamente al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara. 

Periodista: ¿Por qué razón te atiendes en Guadalajara? 
Miguel: Porque en Ciudad Guzmán no existe la atención que tiene la Unidad de VIH del Civil. 

P: ¿Cuál es el trato que te dan en la Unidad de VIH del Hospital Civil? 
M: Muy bueno, personalizado, humano. Atención integral en el aspecto físico. En mi caso no he requerido atención psicológica, creo que es lo que haría falta pero en cuanto a lo físico, hay constante medición de todos los aspectos. 

P: ¿De qué manera repercute en tu vida que tengas que ir cada cierto tiempo a Guadalajara? 
M: Representa ciertos gastos de transporte y alimentación, pero trato de compensarlo aprovechando mis idas para realizar otras actividades. Claro, esto implica tener que pedir permiso en el trabajo. 

P: En promedio ¿cuánto es el gasto que realizas cuando vas a tus citas? 
M: Un promedio de 300, 350, entre pasaje de ida, vuelta, transporte en la ciudad, pago de la cita y alimentos. 

P: Si hubiera una unidad de VIH en la ciudad ¿te sentirías señalado al asistir a este lugar? 
M: La verdad, sí. Es una ciudad pequeña, y la Unidad tendría que estar muy oculta. Creo que esta unidad debería ser para atención primera/urgente. Lo sano sería que hubiera en la ciudad para cubrir las necesidades locales, pero lo real es que sería una forma fácil de identificarnos en la sociedad. 

P: ¿Estás afiliado en alguna institución de salud?¿Cuál? 
M: Sí. En el Seguro Popular. 

P: ¿Qué beneficios te ha traído estar afiliado en el Seguro Popular? 
M: El hecho de que me cubre muchos de los exámenes, particularmente de carga viral y CD4, que son los más caros, además de contar con mis retrovirales. 

Después de este año de cambios y adaptaciones, Miguel dice que ahora valora muchas cosas, como su familia, amigos, el propio día a día. Incluso asegura que cuida más su salud, tratando de comer mejor y estando siempre en actividad. 

El caso de Miguel es un ejemplo de que el VIH/sida ya dejó de ser sinónimo de muerte. A él se le ve fuerte y con ánimo de seguir una vida tan normal como la que siempre ha llevado. Entre sus planes está el interés de ayudar “a quienes están peor que yo, si ningún tipo de información, con miedo, creyendo que se va a morir, sin saber qué hacer, y decirles que hay una oportunidad enorme de vida para nosotros”. 

Foto: Rodrigo Aguilar
El trabajo de Comusida 

Es la tercera ocasión que visito el lugar, y ella siempre te recibe de manera amable en compañía de una sonrisa. Supongo que cuando llega alguien con la ansiedad, el miedo y la incertidumbre ante la sospecha de estar contagiado, la simple confianza y amabilidad que ella otorga, sirve para relajar esos sentimientos. 

Gabriela García es enfermera del Comité Municipal para la Prevención del Sida (Comusida), dice que lleva diez años trabajando en él. Pero la organización ya existía desde dos años antes, cuando la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), a través del COESIDA, propuso firmar un convenio con los ayuntamientos para crear estas dependencias. 

 El trabajo principal de Gabriela es dar consejería a todo aquel que se presenta en aquella oficina con espacio apenas para dos escritorios, un librero, un mueble con una computadora y un par de sillas para recibir a quien lo necesite. Pero además da charlas de prevención y sobre el correcto uso del condón. Todo esto para cumplir con el principal objetivo del Comusida: bajar la tasa de infección en el municipio.

Gaby, como la llaman sus compañeros, recuerda que cuando se instaló el Comusida en la ciudad la otrora situación “era de que [las personas] no pasaban ni por aquí”. Pero dice que esto ya cambio, ahora el lugar es visto como algo normal y asisten más personas, ya sea para orientación o simplemente para que le regalen condones. 

Foto:  Joan Crisol y Pedro Walter
Sin embargo todavía se topa con algunas negativas, como las escuelas donde los profesores se niegan a abrirle las puertas al organismo para que lleven la información a los niños. Pero me cuenta que también está la contra parte, es así como alude aquella ocasión cuando de una escuela los mandaron llamar para dar una charla. Al ver el programa el profesor les pidió que primero hablaran con los padres de familia para que les autorizaran la entrada. La respuesta de éstos fue positiva e incluso le dijeron que esa información no necesitaba ninguna autorización, pues debía ir directamente a los alumnos, a sus hijos. 

Gabriela pertenece a uno de los 62 Comusidas que se encuentras en el estado de Jalisco. No todos cuentan con éste, ya que sólo se instalan en los municipios donde hay más incidencia de VIH/sida. 

El comité tiene depende tanto del ayuntamiento municipal como del COESIDA. El primero lo apoya con el pago de nomina, mientras que el segundo proporciona el material para las charlas, capacitación del personal y principalmente los preservativos que se regalan ahí. 

Hablar con ella es como estar con alguien que conoces desde hace mucho tiempo. En sus palabras se nota la experiencia que le ha dado el lugar donde trabaja. Con un suspiro inicia la respuesta a la pregunta que le acabo de hacer sobre el aprendizaje que le ha dejado el Comusida, y parece que en ese instante recordara cada día y cada año de su estancia en ese comité. 

“Muchas cosas buenas. Una de las que ya hemos combatido es todo eso de la discriminación, pues porque más antes eso es lo que se veía […] eso me ha dejado cosa buena, porque los hemos dejado un poquito atrás”. De esta forma manifiesta su satisfacción por contribuir a concientizar a la gente de que no se trata de un asunto exclusivo de unos, sino de toda la sociedad de Ciudad Guzmán. 

Casi al finalizar la charla, Gaby dice que “se tiene que sentir como si tú lo tuvieras [el VIH] para poder entender a los demás”. Y ahora pienso que en el municipio deberían existir más personas como ella, con esa misma actitud, con el mismo interés y compromiso por ayudar a las personas seropositivas. 

Actualmente, gracias al tiempo que tiene Gabriela trabajando en el Comusida y a su perfil profesional, la probabilidad para que las pruebas rápidas se realicen en este departamento se ven más cercanas para hacerse realidad. El comité cuenta con atención a todo el público de lunes a viernes a partir de las 8 am con horario corrido. Es atendido por tres personas, dos enfermeros y una promotora de salud. El Comusida se encuentra ubicado en Allende número 56.


domingo, 4 de diciembre de 2011

La violencia convertida en juego de niños (Última parte)

Los que se ven más afectados
Inara Vargas



Plaza Las Fuentes 4
Foto: Federico Pérez
EL enfrentamiento entre el gobierno y los carteles del narcotráfico están causando problemas entre los niños. Según investigaciones realizadas las consecuencias por el narcotráfico son más evidentes en los niños de escasos recursos. Alrededor de 7 mil niños han sido víctimas directas de la lucha contra el narco, de estos 3 mil han quedado huérfanos. Pero qué hay de aquellos niños que también se ven afectados indirectamente, estos sufrirán las consecuencias del desempleo en el país y algunos terminaran trabajando como sicarios. Los narcotraficantes empiezan a reclutar a los jóvenes, los cuales caen muy fácil ya que la mayoría de estos no acude a la escuela o tiene algún trabajo. No siempre sucede de esta manera ya que algunos no tienen la necesidad y aun así ingresan a los carteles. En la encuesta del Instituto Mexicano de la Juventud y de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, señalo que alrededor de un millón de y medio de niños de 5 hasta los 17 años que no estudian ni trabajan en el país. Son ellos los más vulnerables. 

Darío ve a los narcotraficantes como modelos a seguir, ya que saben que algunas personas siente admiración por este tipo de personas y eso gracias a que les han creado una imagen de superioridad y de fortaleza, es por eso que muchos niños llegan a admirarlos. Según el psicólogo el entorno familiar es de suma importancia para q un menor cree su propia identidad. 

El crimen ofrece a niños y niñas las recompensas, el reconocimiento y el dinero que no encuentran en la sociedad de manera legal. De hecho, entre las principales razones enumeradas porque los niños se ven involucrados en el narcotráfico están la pobreza, la ambición de poseer bienes de consumo, dinero fácil y acceder a un estatus social elevado, la búsqueda de identidad y reconocimiento, la necesidad de protección y el deseo de venganza. (Red por los Derechos de los Niños). 


La violencia y los problemas en la familia 

Cuando un niño tiene problemas en su casa, en donde son rechazados. Cuando en la familia las cosas no están funcionando los niños se refugian en la violencia. En la casa de Darío se vive con problemas, su padre es alcohólico y él y su mamá no se llevan bien. La psicóloga menciona que con el carácter de los padres, el no tener una figura de autoridad y la falta de atención hace que la familia no funcione del todo bien. La falta de respeto entre la pareja crea una falta de respeto de los hijos a los padres. Todos estos factores están llegando a ejercer una presión emocional en el menor. 

Son todos estos aspectos en los niños los que los llevan a caer en el narcotráfico porque buscan sentirse aceptados y obtener el reconocimiento que nunca les brindaron en su casa. 

Según la Procuraduría General de la República se han detenido en relación con la delincuencia organizada a 440 niños tan sólo de enero a abril del 2010. Los niños cuando siente la exclusión social y los malos tratos recurren a la delincuencia. Ante esta situación por la que está pasando Darío la psicóloga menciona que “la falta de desinterés por parte de los padres está originando una ansiedad en el menor, por temor a ser abandonado” 

El menor esta en búsqueda de algo que le genere esa aceptación emocional. Y una aceptación por parte de los adultos, mostrándoles interés en cosas que no puedan ser normales en un niño de su edad y que a los adultos les provoque admiración. 

Debemos de empezar a preocuparnos por el futuro de todos esos niños que poco a poco han estado siendo arrojados a las manos del narcotráfico y empezar a trabajar en las relaciones de familia para evitar que imiten patrones inadecuados que después transmitan a sus hijos y se cree toda una cadena interminable. 

Los padres deben de tener especial cuidado con el entorno social en el que mueven a los niños y prestarles atención para evitar que se conviertan en parte de la violencia en el país.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Por las banquetas de la FIL


FIL
POR LAS BANQUETAS DE LA


 
Adriana Díaz Guillén

Es sábado 27 de noviembre del 2010 y la ciudad de Guadalajara se engalana de literatura, sabiduría y una gran cantidad de libros que se abarrotan en los pasillos de la Expo Guadalajara situada en las calles Mariano Otero y Av. las rosas, como cada año ha llegado el tiempo de la FIL, la feria más importante del libro en toda Latinoamérica. 

Los preparativos de tal evento rinden fruto, muestran en su interior pasillos relucientes, con libros sutilmente acomodados, propaganda que se despliega en cada rincón y más de cuatro millares de personas que a diario se dan paso entre libros. Este año se presentaron cerca de 400 obras literías, que simbolizan la riqueza de dramaturgos que se abren paso en la lengua española, bajo estas presentaciones hay gente dispuesta a comprar el aclamado protagonista de esta feria “el libro”. 

Una ola económica se marea en los interiores de la expo Guadalajara, las editoriales, acobijan a cada comprador. Puestos de recuerdos, joyas y comida aprovechan la ocasión, para explotar su mercancía, a precios que se elevan por lo menos en un 20%, el mejor ejemplo se ve en una simple torta que normalmente se compra en $20.00 y adentro de la FIL lleva un precio de $32.00 y qué decir de las artesanías o joyerías con piedras de ámbar u otro estilo procedente del trabajo de las manos indígenas. Un negocio de joyería mexicana situada en la expo, mantiene dos sillas en los pequeños pasillo de entrada a los productos y las jóvenes vendedoras de los aparadores, se disponen a quitarlas sólo ante la gente que ellas consideran dignas y “capaces” de consumir el producto, los demás se conforman con apreciar las pequeñas piezas desde afuera de los aparadores y con el famoso “ver y no tocar”. 

Bajo estos comercios llenos de sobriedad, en las banquetas de las afueras de la expo, decenas de comerciantes contrastan la imagen dignificante y en una pequeña mesa de madera o un tendido de tela, exhiben su trabajo artesanal, para llevarse el pan de cada día a sus casas. Los puestos y canastas ambulantes van desde papas, chiclet’s, pulseras, ropa y todo tipo de artesanía indígena. 

Gloria es madre de familia y una de las famosas “paperas” que se sitúan en las banquetas de la calle Mariano Otero, para vender su producto, explica que esta forma de comercio la ha desarrollado desde hace muchos años, se podría decir que es una vendedora ilícita ya que no cuenta con permiso de reglamentación del ayuntamiento, pero esto se debe a que siempre se lo han negado, y por otro lado requiere pagar el permiso y eso en muchas ocasiones no le es posible. Gloria comenta “incluso quieren que vaya por la firma de no sé quién, creo que es el presidente de la cámara de comercio y pues yo cuando voy a poder ir por eso”. 

En plena charla con la “papera” se acercan tres pequeños corriendo e insistían a su madre que corrieran porque venían los de café, en ese momento su vendimia acabó, las bolsas de papas se mezclaron entre los trajes y bolsas de libros que salen de la FIL, la mujer corrió entre la multitud, para evitar que le retiraran su mercancía. 

Las patrullas de seguridad del ayuntamiento se plantan en las puertas de la expo, su deber mantener el orden y responder en caso de un avistamiento, sin embargo un efectivo de estas patrullas comenta que en caso de ver a un ambulante en las puertas o en la parte de la explanada su deber es retirarlo, ya que no está permitido para los ambulantes quedarse en las instalaciones de la FIL. Señala que los encargados de reglamentación del ayuntamiento, que efectivamente traen un chaleco café, son los indicados para mover a la gente, de hecho en caso de tomar a alguien lo único que procede es confiscarle toda su mercancía y se levanta la multa correspondiente. Es un trabajo entre seguridad pública, seguridad de las instalaciones y reglamentación del ayuntamiento, mantener despejado el lugar, aunque ellos refieren que no es por estética, simplemente es para facilitar el acceso de los visitantes. 

Sin embargo por Mariano Otero, la línea que dibuja el límite de la expo, es la misma línea que inicia el ambulantaje, Goyo es el dueño de un negocio de rastas, pulseras, collares y demás artesanías tejidas, se puesto se sitúa entre rebozos bordados, bolsas y otro de artículos con piedras de ámbar y tejido, son alrededor de 10 puestos que a pesar del ir y venir de reglamentación su trabajo permanece intacto, Goyo y los demás pertenecen a una asociación de ambulantes denominado, Frente de Resistencia de Comerciantes (FRC) a cargo de Salvador Cabrera, esta asociación les licita el lugar para exponer y comerciar su trabajo. Goyo refiere que los ambulantes que ahí se encuentran son entre tzotziles y mestizos, todos trabajadores de la cultura indígena chiapaneca y del sur, el malestar de todos los vendedores de ser levantados como criminales es latente, su único delito es querer trabajar y mostrar lo que saben hacer, la artesanía. 

Los jóvenes que están ahí entre rastas y pulseras son estudiantes de la Universidad de Guadalajara, Goyo estudia filosofía y Adrián negocios internacionales, hay gente que quiere salir adelante y no es justo que por estética y no poseer un negocio de renombre se les niegue comercializar. 

Otra historia es la de los pequeños que con su cajita de chiclet’s van tras el transeúnte para una pequeña compra, Chuy es un pequeño de 9 años que desde las 4:00 de la tarde hasta las 9:00 de la noche insisté cada compra hasta terminar su cajita, Chuy dice que lo que vende lo usa para comprarse su cena y menciona que el cereal es lo que más le encanta comer después de su jornada. 

Es así como las banquetas de la FIL, muestran la otra cara de esta feria, que lejos de los escaparates y la publicidad se conforman con vender las artesanías que el pueblo mexicano debería presumir por todos y guardarlos como reliquias de oro, pero el único lugar que les dejamos son las banquetas de las calles o las tablas de madera, entre los coches, el ruido y el ir y venir de la gente. 

Asociaciones como el Frente de Resistencia de Comerciantes es una voz que se levanta ante el cansancio de ser perseguidos y recluidos como si se tratará de mercancía pirata, la pobreza en la FIL puede ser económica en este sector ambulatorio, pero aprendí en dos días de convivencia que su riqueza radica en sus ganas de salir adelante, la pasión por su trabajo, los detalles de su artesanía y sobre todo la cultura que irradian y muchos mexicanos nos negamos a conocer.